lunes, 4 de agosto de 2014

Del empleado al colaborador

O de cuando un jefe supera el complejo de Wendy...

¿Habéis pensado alguna vez lo que se parece una empresa, departamento o área a una familia? 

Yo si.
En ocasiones me parece que los empleados son como los hijos y los jefes como los papás, pero en diferentes épocas de la vida.

Tenemos los empleados bebés, los empleados adolescentes y los empleados adultos; y en la evolución de una fase a otra juegan papel fundamental los responsables.

Si pensáis un poco no os será difícil recordar...

Un jefe obsesionado con controlarlo absolutamente todo, lo cual les lleva a ejercer un constante estar encima de sus empleados.

En los empleados puede generarse la idea de que el jefe no confía en ellos.

La sensación de que tu responsable no confía en ti suele llevar, con el paso de no excesivo tiempo, a dejar de esforzarse en cierto modo, ya que, "ya vendrá él y lo comprobará" o "para qué me voy a esforzar si igualmente lo cambiará a su criterio finalmente"...

Sin embargo,y hablando en general, cuando un jefe entrega a un empleado una responsabilidad, lo que éste siente es orgullo y una fuerte motivación que le hace trabajar con esmero día tras día hasta conseguir el objetivo.

Bien, ya tenemos al empleado bebé y al empleado al que han dejado hacerse mayor. La diferencia entre uno y otro es el mejor aprovechamiento del conocimiento de nuestra organización y muy probablemente la mejora de la productividad y eficiencia.

Por otro lado, los jefes controladores suelen sentirse desbordados y sin tiempo para nada, casi ni para dormir. Se echan encima un montón de responsabilidades que tampoco les tocan o que podrían delegar; lo cual les distrae, además, de la gestión de asuntos realmente importantes. ¡PELIGRO!

Y recordando, recordando...

Encontramos por último al jefe que delega, el cual se puede ir el viernes a las dos tranquilamente de fin de semana y disfrutar de su vida personal, ya que está seguro de que su colaborador lo hará bien; quizá no como lo habría hecho él, pero bien al fin y al cabo.


Creo que hace un par de meses el libro del mes en este blog fue la "Jornada laboral de 4 horas". Aún hay muchos responsables en nuestro país a los que les vendría bien para estas vacaciones, pero claro, ¡ no tienen tiempo para irse de vacaciones y mucho menos para leer!

Este mes me dirijo a los responsables de equipos y les invito a hacer la reflexión sobre de qué edad son sus empleados, y sobre cómo les tratan, por un lado; y por otro, a que se convenzan de que nadie es imprescindible y que la mayoría de las veces caben diferentes soluciones a un mismo asunto siendo ambas igual de válidas.

¿Piensas en tu gente como empleados o como colaboradores?

Os deseo a todos una felices vacaciones en desconexión total.

Nos vemos en Septiembre...