miércoles, 22 de octubre de 2014

Tic tac tic tac

Este fin de semana llega el cambio horario pertinente a la época del año en que nos encontramos, hecho que me ha animado a escribir este mes sobre un tema que llevo rumiando hace unas semanas...

Más alejado en el tiempo, antes de que este tema cobrara relevancia para mi, recuerdo que ya se habló en los medios de comunicación sobre la posibilidad de que se cambiasen los horarios en nuestro país...Como todo cambio generó defensores y detractores. En mi caso se desvaneció sin generar en mi un posicionamiento claro al respecto...

Sin embargo, aunque la tormenta mediática parece haber dejado paso a la calma, es ahora cuando en mi se ha despertado la inquietud sobre este aspecto de la vida de todos nosotros y sobre el que, ahora si, creo que es necesario efectuar cambios.

En primer lugar no estoy nada de acuerdo con ciertos aspectos muy habituales en los horarios de trabajo españoles, como es el caso de empezar después de las nueve de la mañana, o la pausa de dos horas para comer, lo que alarga la duración de la jornada hasta las 8 de la tarde o más...

En mi opinión, muchas de las jornadas que existen en nuestro país no son en absoluto beneficiosas ya que van en detrimento de la conciliación con la vida familiar y de otros aspectos fundamentales para nuestra salud y desarrollo personal como puedan ser hacer ejercicio, ir a clases de inglés, tener tiempo para leer o quedar para tomar algo con los amigos.

En consecuencia soy una fiel defensora de adelantar el inicio de nuestras jornadas y de la jornada continua o bien partida con una mínima pausa de 45 minutos- 1 hora para el almuerzo.

Creo firmemente que el rendimiento en este tipo de jornadas es más alto.

De hecho no lo digo yo, existen estudios, como por ejemplo el del Gobierno Vasco, que demuestran que la jornada continua incrementa la productividad y reduce el estrés y el absentismo, además de mejorar la vida personal de los empleados, reducir las emisiones de CO2...

No debe ser cuestión del número de horas que pasamos en el trabajo, sino de aprovechar bien, al máximo, las horas que pasemos en el mismo.

Debemos cambiar el concepto y pasar de pedir a los empleados cantidad de horas a pedir calidad de esas horas.

Ahora bien, para poder afrontar un cambio así en la realidad laboral de nuestro país, e incluso plantearnos el reducir nuestra jornada laboral; antes deberíamos hacer una importante labor de autoanálisis y concienciación.

Preguntarnos si somos capaces de asumir una serie de responsabilidades en cuanto a la productividad y la eficiencia Y deberíamos hacerlo todos: empleadores y empleados.

Una buena pregunta para empezar podría ser ¿cómo es posible que Bélgica sea el país más productivo de Europa, si trabaja 113 horas anuales menos que nosotros?

O, ¿Cómo es posible que trabajando 65 horas más que en el Reino Unido nuestra producción sea la mitad que la suya?

Ahí lo dejo...

Y hay otro aspecto, para mi sorprendente (muy sorprendente) que no quiero dejar de comentar.

Es el hecho de que la mayoría de trabajadores que conozco, aunque se quejan de sus horarios actuales, no están dispuestos a introducir cambios en sus rutinas diarias, a reorganizar sus familias ni sus tiempos, ni aunque sea para estar mejor.

No lo entiendo. (Os dejo el enlace a un antiguo post sobre gestionar el cambio)

¿Y qué hacemos entonces?Pues seguir quejándonos sin cambiar nada. Que parece una actividad a incluir entre nuestros deportes nacionales.

Sigo hace poquito la actividad de la Comisión para la racionalización de los horarios europeos y confío en comenzar a ver algún cambio a no mucho tardar, o al menos, que el debate vuelva a los medios de comunicación.

Lo que está claro para mí es que es un cambio factible y necesario, y que sería positivo tanto para la marcha general de la economía del país como para las vidas particulares de cada uno de nosotros.

Como cierre simplemente recordar que sólo tenemos una oportunidad de disfrutar aquí y que el tiempo no se para...Tic tac tic tac...

Os dejo dos citas de Séneca que he tomado prestadas del último post publicado en el blog de mi amiga Ana María López de San Roman:

" La vida es corta sí, pero, tenemos tiempo suficiente para realizar todo lo que queramos, el problema viene a ser la gestión del tiempo"

«Tú no tienes tiempo para nada y la vida corre; entretanto llega la muerte y para
ella, quieras o no quieras, vas a tener todo el tiempo del mundo» 


¿Dispuesto a cambiar tus rutinas?


Nos vemos el mes que viene...¡Feliz cambio horario!